"Cuando la vida nos desafía, es necesario que despierte y aflore todo ese mundo de posibilidades que cada uno de nosotros alberga en su interior"

Archivo del blog

miércoles, 9 de octubre de 2013

El día que estuvo a punto de cambiar mi vida...

Si es la primera vez que entras en este blog, aquí tienes detallado su objetivo.

Ya lo sé... Llevo demasiados días sin escribir... Pero estas últimas semanas han sido un verdadero no parar. Arriba y abajo. Alma en pies. Corazón en boca. Demasiado para este cuerpecito. Demasiado para alguien con reservas (no federales) de energía y perseverancia.

Demasiado.

¡Quién me iba a decir a mí que podría en boca y mente ese adverbio! Pero sí. Así ha sido. Así es.

En mi búsqueda activa de empleo (alguien del Ejecutivo palmearía mi hombro con sonrisa complaciente al leer esta frase) se han dado diversas circunstancias. Alguna que otra entrevista de trabajo, muchas propuestas económicamente indecentes y verdaderas hostias de realismo. Pero entre los incontables días grises, un sábado por la mañana me encontré en un conocido hotel de Madrid pasando las pruebas más yankis que jamás me podría haber imaginado. ¿Recordáis la película/obra de teatro/ libro del Método de Grönholm? Pues viví algo muy parecido. Menos agresivo, más interesante y con mucha más buena intención. Éramos 10 los preseleccionados para una maravillosa oferta de trabajo que obligaría al escogido a coger sus bártulos y viajar por todo el mundo entrevistando a CEO's, presidentes, economistas, diplomáticos... Un verdadero lujo intelectual. Un buen sueldo y una indescriptible oportunidad de crecer... de creer... de abrazarte y decir: ¡lo vales!

Una revista inglesa que a su vez ejerce de consultora internacional para mercados bursátiles e inversores. Un puesto de trabajo potente, intimidante y fabuloso. Para la selección del futuro redactor, en el hotel nos esperaban dos managers. Poli buena. Poli mala. No exagero. Dos mujeronas (turca y china. China y turca) vestidas de negro, con pose inglesa y con un handshaking de los que te deja claro que aquello va en serio. Los 10 preseleccionados fuimos invitados al primer piso. Mesa de negocios. Todos sentados. Boca seca. Tembleque de pierna derecha.

Cabe destacar que antes de ese sábado hubo una entrevista vía skype. 16.30 hora de Estambul. Me pasé el fin de semana preparándome todas aquellas preguntas típicas de una entrevista laboral anglosajona. ¿Se diferencia mucho de la española? Pues sí. Es mucho más psicológica y enfocada a "qué puedes hacer tú por la empresa". Encontré un blog maravilloso donde están recopiladas las preguntas más habituales y ¡voilà! De las 50 que me preparé, me hicieron 6. Lo bordé, vamos.

Volvamos al hotel. Fueron 4 pruebas. Cada vez que finalizábamos una, las dos managers se ausentaban 5 minutos. Volvían. Decían 2 o 3 nombres y... eliminación. Para que os hagáis una idea, la primera de esas pruebas consistía en imaginarte que acababas de tener un trágico accidente de avión. Tú y dos compañeros más os encontráis perdidos en mitad de la selva amazónica. De los 10 objetos que te propone la empresa, debes escoger 3 -en consenso con tus dos otros compañeros- para sobrevivir y defender el porqué has escogido esos 3 y no otros.

Imaginaros...

Test de política internacional. Diálogo. Etc...

Llegué al final. Increíble. Pero en la última prueba me eliminaron. Duro...

¿Motivo?

Después de aquella famosa entrevista vía skype, me pidieron que para el encuentro en Madrid me preparase un cuestionario de 6-8 preguntas sobre la empresa. La idea era simular una entrevista a una de las managers.

Me dije: ¡Perfecto! ¡Es lo tuyo! (de todas formas no creí jamás que llegaría al final)

Y me eliminaron.

Mi error fue preparar una entrevista demasiado exhaustiva. Y sobretodo... No caer en la cuenta de que podían pedirme una copia. ¿Qué se encontraron? Pues la típica entrevista Dimpeliana donde después de cada cuestión (preparé 7) anoto dos posibles contrapreguntas. ¿Con qué se encontraron? Con 14 preguntas... Bien bien no eran 14, pero consideré que no debía cuestionar su decisión.

La poli mala me espetó: "Si te tocase a entrevistar a Erdogan no dispondrías de más de 15 minutos, por lo que no te puedes presentar con todo esto... Son demasiadas preguntas. No es un reportaje en profundidad."

Tenía razón. Debí pensarlo.

Pero bueno...

De todas formas, siempre me queda decir que mi vida estuvo a punto de cambiar radicalmente...

Además de esta historia, he estado preparando unos vídeos para SBP-CA en Sevilla, cerrando entrevistas para FronteraD, enviando CV's a diestro y siniestro y.... perdiendo algo de energía. Empiezo a estar más asustada de lo normal, y el tik tak del INEM suena cada vez más cerca.

De todas formas, tengo que seguir intentándolo. De hecho, me ha salido un pequeñito trabajo de 2 semanas y eso me da cierto aliento. Y a La Caixa.

Pero estoy asustada. Porque...

¿Qué puedo ser (o hacer) además de periodista?
@DimpelSoto

8 comentarios:

  1. Lo tienes ahí a la vuelta de la esquina. Cuando menos te lo esperes aparecerá tu oportunidad antes de que suene la campana. ¡Sigue, no pares!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias Paloma! Contigo en Madrid los días son menos grises.

      Eliminar
    2. Y cuando estamos juntas... ni te cuento ...resplandece Madrid...
      Aquí te dejo este post que hice a la vuelta de vacaciones y que habla de esto nuestro de escribir y de ti y de mi http://inicioyenter.blogspot.com.es/2013/08/y-vuelta-empezar.html

      Eliminar
  2. Lo q nos sucede en la vida a veces no depende d nosotros, pero si la actitud con la q nos enfrentamos a las cosas. Un besazo a las dos.

    ResponderEliminar
  3. Lo q nos sucede en la vida a veces no depende d nosotros, pero si la actitud con la q nos enfrentamos a las cosas. Un besazo a las dos.

    ResponderEliminar
  4. Lo que cuentas, la verdad, me suena muy raro. Es posible que hayas tenido la gran suerte, insisto, la gran suerte, de no haber sido seleccionada.

    Los Chief Executive Officers del mundo, y mucho menos los líderes en el gobierno como Erdogan, rara vez conceden entrevistas así como así. No sé cuál es la revista que dices o te dijeron que te estaba reclutando, pero, insisto, suena raro rarísimo. Por lo demás, cualquier consultor que sepa mínimamente de su trabajo no contrata una persona en Madrid para que viaje por todo el mundo haciendo entrevistas para él. Cualquier consultor que se precie sabe que, como poco, necesitará un asiático para Asia, un africano para África... y eso, como digo, mínimo minimorum.

    No te sientas malquista con lo que te voy a escribir pero, sinceramente, cualquier oferente de trabajo que aspire a colocar a su seleccionado delante de Erdogan seleccionará a sus candidatos entre gente que ya haya realizado entrevistas similares (digamos, a un primer ministro español) antes.

    Por lo demás, lo que te dice la poli mala es una chorrada, con perdón. Hasta Erdogan sabe que si hace a alguien viajar a Estambul para entrevistarlo, no puede aspirar a que se despache en seis o siete preguntas. Vete a la Moncloa, trabaja para Rajoy, invita un día al corresponsal de The Economist y luego dile que sólo puede estar con el presidente del gobierno cinco minutitos y hacerle seis preguntas. Ya verás lo que te contesta el de The Economist.

    En suma, como diría Papuchi: raro, raro, raro...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. http://www.thebusinessyear.com/

      Aquí te dejo en link de la revista de la que hablaba.

      Yo creo que hubiese sido una gran oportunidad, pero supongo que no estaba a la altura.

      Gracias por escribir!

      Eliminar
  5. No me saca mucho de dudas, la verdad. Huele a soporte publicitario.

    ResponderEliminar